El horno es un gran aliado en nuestro día a día. Nos facilita mucho a la hora de hacer la comida más saludable y muy sabrosa. Por eso, cuando se te estropea el horno te echas a temblar. Porque lo usas tanto que si un día no puedes usarlo no sabes qué hacer. Pero no te preocupes porque vamos a contarte qué hacer en caso de que tu horno no funcione.
- En primer lugar comprueba la resistencia: Cuando cualquiera de las resistencias se corta en algún punto, le llega energía pero no puede transformarla en calor. Algunas resistencias funcionan conectándolas directamente a 220V, pero también se pueden comprobar con un multímetro o tester eléctrico: en posición 200 KΩ si al colocar las puntas a cada extremo de la resistencia marca «1» (como en la figura 1), la resistencia está cortada.
- Comprueba el termostato de seguridad: En la parte trasera superior del aparato, existe un termostato cuya misión es cortar la alimentación cuando existe un sobrecalentamiento. Puede medirse con un multímetro del mismo modo que la resistencia. En algunos casos se estropean debido al uso, sin que haya habido un sobrecalentamiento, sin embargo, es posible que corten el suministro eléctrico debido a un mal funcionamiento del termostato general. Por lo que, si la reparación exige sustituir esta pieza, es recomendable cambiar también el termostato regulable del aparato para que no vuelva a suceder.
- Comprueba el termostato: El termostato es la pieza que regulamos para establecer la temperatura del horno. Una avería en esta pieza del horno puede manifestarse haciendo que el aparato no calienta o que las resistencias calienten sin parar, alcanzando temperaturas excesivas.
- Comprueba el conmutador: El conmutador, o selector de posiciones puede quemarse, dejando al electrodoméstico sin energía eléctrica. En este caso, la avería se repara sustituyendo las piezas.
Si cuando compruebas todo esto, tu horno sigue sin funcionar, lo mejor es que llames a un profesional para que lo revise y te dé el visto bueno.
Deja una respuesta