Abrimos ese cajoncito superior de la lavadora y nos quedamos pensativos ante los diversos canales y rejillas que presenta, con el bote del detergente en la mano. ¿Dónde lo echo? Cada uno de esos compartimentos tiene su misión, no están ahí de adorno. De lo contrario, los fabricantes se hubieran ahorrado colocarlos y sería suficiente con un solo canal de entrada. Por lo general vamos a encontrar en todas las lavadoras de carga frontal un cajetín dividido en tres partes que presentan unos símbolos: I, II y una flor. Pero antes de descifrar este jeroglífico una advertencia: todos los detergentes deben echarse antes de poner la lavadora en marcha.
Si vamos a usar detergente líquido debes saber que el lugar adecuado y cómodo es verterlo en el cajetín II, aunque también puedes hacerlo directamente en el tambor. Pero no a lo loco, sino dentro del recipiente adecuado, para que el líquido salga poco a poco y no se vierta directamente sobre la ropa. ¿Puedo echar el detergente el polvo directamente en el tambor en sustitución del cajón? Nooooo! actuará con la misma eficacia. Tu ropa una vez lavada puede aparecer en mal estado e incluso se puede dañar la lavadora. El detergente en polvo debe estar mezclado con el agua y para ello se usa este cajón dosificador marcado como II. Si usas detergente en cápsulas puedes meterlas en el tambor junto con la ropa pero déjalas en el fondo y coloca la ropa encima.
Pero, atención. El cajón cambia si vas a usar un programa con prelavado. En ese caso tendrás que añadirlo en el apartado destinado para ello, que suele aparecer marcado con el símbolo I.
Si el suavizante también te despista recuerda que su sitio también está en el cajetín, en ese canal marcado con un símbolo en forma de flor. Utiliza la medida que determine la marca que uses y la lavadora se encargará de ir según vaya avanzando el lavado de tu colada.
Y por último está la lejía, que también tiene su propio procedimiento. Debes tener precaución con su uso si no quieres liarla bien. Es obvio que debemos usarla solo con ropa blanca o adquirir una lejía para ropa de color. Las lavadoras que tienen un cajetín especial para la lejía lo señalan con un triángulo y aquellas que no lo tienen la reciben a través del marcado con el II.
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