La lavadora es un electrodoméstico que se ha convertido en esencial en toda casa. Su uso es casi diario en muchas familias y a todos nos gusta que la ropa salga de ella limpia y con un olor agradable. Pero en ocasiones abrimos el tambor y lo que recibimos es una inesperada bofetada de mal olor que no cuadra mucho con la supuesta función higienizante del aparato. Si sirve para lavar algo tan personal como la ropa ¿Cómo puede oler tan mal? Sepamos lo que está pasando en su interior y cómo podemos solucionarlo.
El paso de los años y su uso continuo hace que las lavadoras vayan acumulando suciedad. Esta situación se agrava cuando no tenemos un mantenimiento o cuidado especial con el electrodoméstico, lo que se traduce en olores desagradables que en casos extremos pueden trasladarse a nuestra ropa. Para comenzar a poner medios para evitar que esta situación se nos vaya de las manos en cuanto nos llegue el aroma desagradable desde el interior del tambor debemos programar un lavado corto a más de 30ºC con medio litro de vinagre blanco. De esta manera conseguiremos acabar con las bacterias que estén provocando el olor en la máquina y así podremos eliminar tanto el mal olor como su origen. También es adecuado el uso de la lejía, pero ten la precaución de que el siguiente lavado con ropa que realices sea con prendas blancas ya que si quedan restos de producto podrían afectar a la ropa de color. Tras este lavado es oportuno colocar bicarbonato de sodio en el tambor para que absorba el mal olor.
Veamos ahora las acciones preventivas que eviten que el problema regrese. Es desaconsejable olvidarnos del electrodoméstico y permitir que vuelva a suceder otra vez lo mismo y que el olor y las bacterias vuelvan a proliferar en su interior. Es importante la ventilación del interior, para lo que cuando no esté funcionamiento es importante que la puerta de la lavadora permanezca abierta para evitar la concentración de humedad y moho. Asegúrate que la goma está limpia. Para de lo usa cualquier limpiador de hogar del mercado y aplícate en dejar la zona impecable ya que ahí se generan muchos de los problemas de olor y suciedad. No dejes que el filtro y los cajetines del detergente y suavizante se obstruyan o acumulen depósitos. Como hemos dicho, la humedad es determinante a la hora de generar mal olor por lo que mantener seco el tambor es importante para luchar contra este problema. A la larga, todas estas precauciones no solo impedirán esos aromas desagradables, sino que van a determinar una menor probabilidad de averías, lo que redundará en menos gastos para tu economía doméstica.
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