Tu campana extractora es más importante de lo que crees, ella hace el trabajo sucio en la cocina mientras tú disfrutas de tu momento culinario. Ella elimina el humo, los olores, el calor, el vapor del aire, la grasa en suspensión en el aire y los productos de combustión, contribuyendo a mejorar la calidad del aire. Es por eso que cuando se nos avería nos entra el sofocón porque además puede ser que la factura del arreglo se eleve a niveles insospechados. Por eso, hoy vamos a contarte las averías más habituales de una campana extractora y cómo evitarlas.
Averías más habituales de una campana extractora
- Bombilla o fusible fundido: Es una de las averías más comunes y menos problemáticas, ya que simplemente con quitar los filtros de la campana, acceder al lugar donde se encuentra la bombilla o fusible y sustituirlo por otro nuevo.
- Aceite en el motor: Hay muchas campanas que no traen el motor protegido para la entrada de aceites y son más propensos a sufrir averías por culpa de este asunto. Por eso, la limpieza a conciencia y a menudo de los filtros de la campana evitará que el aceite entre en el motor y se averíe.
- Motor quemado: Si utilizas tu campana durante muchas horas seguidas puede quemarse el motor, por eso es importante que dosifiques su uso. No prescindas de ella, pero no te lleves todo el día con ella encendida, ya que puedes quemarle el motor.
Tu campana extractora es un elemento vital en tu cocina, por eso, si la cuidas y evitas que ser averíe te ahorrarás el dinero del arreglo y el desavío de no tener campana mientras que te la terminan. Así que sigue estas recomendaciones y disfruta del placer de cocinar libre de humos.
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extractoras: averías más habituales y cómo evitarlas y
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